Si bien la acción no es nueva y la vienen realizando desde hace tiempo periodistas, docentes y artistas,  el concepto de curar contenidos es nuevo y cada día cobra más vigencia.

Desde mi punto de vista hay dos factores propios de esta época, que transforman la manera de entender y de ejercer la curación o curadoría de contenidos: la infoxicación y el nuevo modo de distribución cultural.

La infoxicación
Se habla mucho en los últimos años de la “infoxicación” o abundancia de información en la que estamos inmersos. Si bien estoy de acuerdo con esto, soy de los que piensan que el problema no es tanto la abundancia, sino los malos filtros. Y en ese contexto, es donde aparece el curador, curación, o curadoría de contenidos.

Que tiene que ver con “encontrar, organizar, filtrar y dotar de valor, relevancia, significatividad, en definitiva, de darle utilidad al contenido de un tema específico que procede de diversas fuentes (medios digitales, herramientas de comunicación, redes sociales)”.

Esta frase corresponde a Rohit Bhargava, quien fue el que comenzó a utilizar el término “content curation”, en el mundo del marketing,  a través de su “Manifesto For The Content Curator: The Next Big Social Media Job Of The Future ?«

Aunque como dice Dolors Reig en su blog, dentro de la educación, el rol de intermediario del conocimiento ya estaba presente en textos de Siemens y Downes bajo el concepto de conectivismo.

El nuevo modo de distribución cultural
Dentro del mundo de los contenidos, este concepto, que comencé a vislumbrarlo con claridad luego de leer el artículo y el posterior libro “The Long Tail” de Chris Anderson, es el que más refleja que no estamos en una época de cambios sino en un cambio de época. Internet y los contenidos digitales ya están cambiando la manera de compartir, disfrutar, consumir y relacionarnos con la cultura.

En un futuro utópico, pero posible al fin, en donde tengamos a nuestra disposición todos los libros, películas, o discos del mundo, será vital el rol de los curadores de contenidos, no solo para ordenar, sino también para recomendar dentro de múltiples posibilidades.

Lamentablemente este concepto de futuro, choca con muchas personas, instituciones, gobiernos y empresas, que siguen pensando y tomando acciones para seguir manteniendo un modo de distribución de una época analógica.  Leyes como SOPA, Sinde, PIPA, Döring, y Lleras  son un claro ejemplo, en donde el verdadero temor no es la llamada piratería, sino el evolucionar a nuevos modos de distribución, en donde el control de los contenidos deje de estar en pocas manos.

De mi interés por todos estos conceptos surge el nombre del blog.